Esta es la Avenida Heroínas de la ciudad de Cochabamba.
Parece ordinaria, pero para muchos es una frontera que divide la zona norte y la zona sur de la ciudad, donde las condiciones de vida son muy diferentes.
En la zona norte, compuesta por los distritos 1, 2, 3, 4, 10, 11 y 12, la mayoría de la gente tiene acceso a agua potable y alcantarillado.
Hay más espacios verdes, y las escuelas, centros de salud y centros de abastecimiento, por lo general, están más cerca de donde vive la gente.
En cambio, en la Zona Sur, que comprende los distritos 5, 6, 7, 8, 9 , 14 y 15, gran parte de la población todavía recibe agua de camiones cisterna o la consigue de pozos precarios. Además, miles de familias todavía no tienen alcantarillado.
En el sur está la planta de tratamiento de aguas residuales y el botadero municipal, grandes focos de contaminación ambiental. Y los hospitales, escuelas, centros de salud o mercados se encuentran lejos de muchos barrios y viviendas.
Si, por ejemplo, mapeamos el índice de necesidades básicas insatisfechas (NBI), la zona sur es claramente mucho más pobre que el norte.
En los distritos del sur, hay menos centros de salud que en el norte, además de que es difícil llegar a ellos por las largas distancias.
Si hablamos de oportunidades educativas, la población del sur estudia menos años que la del norte.
Incluso el internet es más rápido en el norte que en el sur.
Estas desigualdades tienen un gran impacto en la calidad y tiempo de vida de las personas. El 2013, una investigación demostró que la gente tiende a vivir menos si reside en la zona sur.
En promedio, las personas del norte de Cochabamba viven 69 años; mientras que en el sur, 59. Una brecha de 10 años de esperanza de vida.
Pero estas desigualdades no sólo están presentes en Cochabamba. Todas las ciudades de Bolivia presentan el mismo patrón: una zona central privilegiada, y otra marginada.
Bolivia tiene ciudades desiguales y fragmentadas.
Ciudades duales.
¿Cómo es que las ciudades bolivianas terminaron siendo tan desiguales?